Abogado defensor de bolichicos y ex fiscal que investigó conexión Irán-Venezuela es el apoderado de Clíver Alcalá Cordones

Adam Kaufmann fue clave en la investigación de las conexiones que Irán tejió para esquivar las sanciones impuestas por su programa nuclear y que ahora apuntan a Venezuela y la estatal petrolera Pdvsa mientras ejercía como Fiscal del Distrito de Manhattan.  Es el defensor de los intereses del presunto narcotraficante venezolano Clíver Alcalá Cordones, quien se presentó este lunes en la corte del Distrito Sur de Nueva York. Declaró su inocencia ante los cuatro cargos que se le imputan.

Fiorella Perfetto

(Con información de una publicada originalmente en diciembre de 2016)

El pasado lunes 30 de marzo, el venezolano Cliver Alcalá Cordones fue presentado mediante teleconferencia ante el juez Paul E. Davison,  acusado de cuatro cargos no menores: conspiración por narcoterrorismo, conspirar para importar cocaína a Estados Unidos, posesión de máquinas y equipos destructivos y conspiración para poseer máquinas y equipos destructivos.

Aún cuando el expediente de Alcalá Cordones data de 2011, el militar venezolano fue parte de una acusación mayor dada a conocer al público por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos la pasada semana, que formalizó cargos criminales contra Nicolás Maduro  y otra decena de figuras del más alto poder del régimen chavista.

Antes de Clíver Alcalá: el otrora Kaufmann y sus causas

Fue Adam Kaufmann ahora como socio del bufete Lewis Baach Kaufmann Middlemiss Pllc, quien representó a Alcalá Cordones ante el juez de distrito. Su nombre no es ajeno a la defensa de presuntos criminales de cuello blanco y otros individuos con gruesas deudas con la justicia. Antes, Kaufmann conoció desde el vientre, el sistema de justicia estadounidense, para luego cruzar la acera.

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“El Sr. Kaufmann terminó su mandato en el servicio público como asistente ejecutivo del fiscal de Distrito y jefe de la división de investigación. En esa capacidad, supervisó todas las investigaciones y enjuiciamientos de delitos de cuello blanco, delitos financieros, corrupción política, crimen organizado, cibercrimen, lavado de dinero, evasión de sanciones y financiamiento del terrorismo. El Sr. Kaufmann supervisó los primeros enjuiciamientos bajo el estatuto de terrorismo del Estado de Nueva York, enjuiciando a dos terroristas domésticos o “lobo solitario” que conspiraron para hacer estallar iglesias y sinagogas en la ciudad de Nueva York y matar a militares que regresaban de giras de combate en Afganistán”, se lee en su ficha de presentación.

Además, dos historias de corrupción que vinculan a la estatal petrolera venezolana, Pdvsa, se conectan a través de su nombre en el tiempo que sirvió – por más de 18 años – en la oficina de la Fiscalía de Distrito de Manhattan hasta que en 2013 comenzó a ejercer como socio en el bufete privado Lewis Baach, Pllc. El cambio que supone defender a los “malos” luego de conocer con lujo de detalle el sistema federal de justicia estadounidense es una discusión de larga data entre los letrados de EE.UU.

Uno de los ejemplos más emblemáticos es el de la conocida como la “fiscal de hierro” Bonnie Kappler, quien luego de desarticular el colombiano Cartel del Valle, pasó a defender a narcotraficantes suramericanos. Y lo hizo ese mismo año.

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El caso de Kaufmann es muy similar. Su nombre saltó a la opinión pública en diciembre de 2016 luego que la plataforma Bloomberg informara que la Fiscalía estadounidense investigaba la estructura de la estatal petrolera venezolana Pdvsa y cómo se usó para que Irán pudiese acceder al sistema financiero mundial y así evadir las sanciones que la comunidad internacional le impuso como producto de su programa nuclear.

La nota asegura que un ex ingeniero de Pdvsa filtró miles de documentos que vinculan a Pdvsa con lavado de capitales, ayudas al grupo terrorista de las Farc y otros delitos. Este funcionario salió de Venezuela en un vuelo comercial y luego tomó otra conexión privada para encontrarse finalmente en Curazao con los agentes federales y una figura clave en esta trama, el venezolano Martin Rodil, quien se dedica a realizar las gestiones para que ex funcionarios gubernamentales venezolanos, militares y ciudadanos portadores de información privilegiada contacten a las agencias federales estadounidenses y entreguen datos cambio de beneficios para ellos y sus familias.

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Rodil inició estas actividades al levantar una investigación sobre los activos de un banco panameño y su relación con dinero iraní proveniente de operaciones financiera hechas con Pdvsa. Un amigo dentro de la industria le entregó documentos y pruebas que confirmaban la sospecha. Es cuando Rodil contactó a Adam Kaufmann en la Fiscalía del Distrito de Manhattan y es quien impulsa esta investigación.

La reseña del abogado, que desde 2013 ejerce el derecho privado como socio del bufete Lewis Baach, Pllc, describe la importancia de su participación en esta y otras investigaciones de alto perfil. “Durante su servicio como Fiscal de Distrito y su labor en la Oficina Internacional de Delitos Financieros, Adam Kaufmann supervisó numerosas investigaciones penales internacionales, incluidas las investigaciones sobre la evasión de sanciones por parte de bancos como Lloyds, Credit Suisse, ING y BNP Paribas, que llevaron a confiscaciones por millones de dólares, además de la acusación formal a las empresas iraníes y a este país por violar las sanciones impuestas”. Para 2016, corría la investigación sobre los mismos delitos pero esta vez las conexiones del entramado apuntan directamente a Pdvsa.

Adam Kaufmann ahora, en la otra acera: entre bolis y narcos, o ¿bolinarcos?

Al igual que la fiscal Bonnie Klapper, el abogado que con orgullo muestra sus logros como uno de los más feroces defensores de la Fiscalía estadounidense en el área de crímenes de cuello blanco y delitos financieros internacionales, hoy defiende a acusados de violar las leyes de ese país. Así lo explica en su presentación.

“Entre los asuntos recientes tratados por el Kaufmann está la representación de clientes sudamericanos acusados de mala conducta relacionada con la corrupción y lavado de dinero, la representación de un conspirador no declarado en el caso de la FIFA, la representación de una empresa acusada de corrupción en la investigación Petrobras/Lavajato, además de individuos y corporaciones involucradas en casos criminales federales y la representación de un número de individuos de alto perfil con casos civiles, criminales y de reputación”. No en vano su nombre figura como defensor de al menos uno de los integrantes de la banda de los llamados bolichicos venezolanos.

Ahora, a Kaufmann se le presenta un duro reto en la defensa del ex militar venezolano y el largo expediente que anuncia la Fiscalía tiene contra él, que podría tocar de cerca sus actuaciones en el sur de Venezuela y las conexiones de familiares cercanos con la República Islámica de Irán, tema que no le es ajeno al ex fiscal estadounidense.